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METAFÍSICA DEL SEXO - Julius Evola

Hasta ahora, en general, hemos conocido una visión fragmentaria, dividida y limitada de la sexualidad. En occidente creemos que la vivencia profana, cotidiana de nuestra sexualidad es toda la sexualidad posible. Y así mismo del amor. Incluso el saber que científicamente hemos atesorado respecto a la sexualidad concibe, reflejando nuestra división y limitación experiencial e ignorancia vital, que la sexualidad carece de toda dimensión transcendental, metafísica.

Este «más allá del plano físico» al que hace referencia la metafísica del sexo, sin embargo, no remitirá a conceptos abstractos o a ideas filosóficas, sino a lo que como posibilidad de experiencia no sólo física, como experiencia transpsicológica y transfisiológica, que conduce a la superación de los condicionamientos del yo individual resulta de una doctrina de los estados múltiples del ser, de una antropología que no se detiene, como la de los tiempos más recientes, en el simple binomio alma-cuerpo, y que conoce en cambio modalidades «sutiles» e incluso trascendentes de la conciencia humana. Este tipo de conocimiento, terreno desconocido para la mayoría de nuestros contemporáneos, forma parte integrante de las antiguas disciplinas y tradiciones de los pueblos más diversos. Estas aberturas a un mundo distinto es algo que se ha sabido o presentido desde siempre, y que sólo en la modernidad ha degenerado. No hay más que referirse a la historia, a la etnología, a la historia de las religiones, a la sabiduría de los Misterios, al folklore y a la mitología para darse cuenta de que hay formas del eros y de la experiencia sexual en las que se reconocieron e integraron unas posibilidades más profundas,

Como por atrofia, algunos aspectos del eros han pasado a estado latente, se han vuelto indiscernibles en la aplastante mayoría de los casos. De modo que, para poder ponerlos de relieve, hace falta una integración. "El hecho de que la humanidad haga el amor como lo hace más o menos todo, o sea estúpida e inconscientemente, no impide que el misterio siga conservando toda su dignidad". Ante esta nueva dimensión más profunda, los “civilizados” encontrarían probablemente razones para avergonzarse al constatar a lo que, por lo general, se reducen sus amores.

Incluso dejando de lado ciertas formas de práctica sexual, las más conocidas de las cuales son el dionisismo y el tantrismo populares, así como los diversos cultos eróticos, siempre encontramos medios que no solo han reconocido la dimensión más profunda del sexo, sino que han formulado técnicas a menudo dotadas de finalidades clara y expresamente iniciáticas: se ha considerado un régimen particular de la unión sexual que podía conducir a formas particulares de éxtasis y que permitían vivir anticipadamente la experiencia de lo incondicionado.

Lo que habitualmente los seres humanos sólo conocen cuando se sienten atraídos el uno por el otro, cuando se aman y se unen, será restituido al conjunto más vasto, del que todo ello forma parte principalmente.

Julius Evola, como es su costumbre en cada tema que toca, busca exhaustivamente referencias en las más diversas tradiciones, hasta agotar y disecar la materia de su análisis para poder presentarle al investigador moderno todas sus aristas.

Libro físico - 408 páginas.

Price: AR$ 30.700